El camión estaba parado al costado de la ruta. A unos 100 metros de ahí, la rotonda del acceso a Amaicha por la ruta 307 distribuía un tránsito constante. El viento silbaba y la tarde caía bajo un cielo cubierto por nubes negras. “Dicen que acá nunca llueve”, se apresuró a decir Fabián González mientras sostenía la compuerta trasera del Fiat Iveco que amenazaba con cerrarse ante la presión de las ráfagas que la empujaban. No estaban en competencia, pero se manejaban con la precisión de un equipo. Es que, organizar a tres familias para que viajen en la cajuela de un camión y pasen tres días a la intemperie sólo para ver pasar a los competidores del raid más famoso del mundo requiere -evidentemente- de una aceitada organización. “Venimos con la directiva de que nosotros vamos a cocinar. Porque las mujeres de la familia vienen a descansar. Aunque, la verdad, las cosas se están haciendo de otra manera porque no les gustó la comida”, reconoció González.
El Dakar, los fierros y el impulso de cambiar con la rutina empujaron a los González, López y Venzal a cargar 20 colchones, cuatro conservadoras, varios kilos de asado para disfrutar de un espectáculo que algunos de ellos siguen hace varios años. “La vez pasada fuimos a Tilcara para ver pasar la caravana. Pero este año decidimos quedarnos acá”, agregó María López mientras organizaba sobre una mesa improvisada una merienda que era esperada con ansias por los niños que ya ocupaban sus lugares para comer. Estas tres familias viven en El Manantial y contaron que antes de quedarse en Amaicha visitaron El Mollar. Esta forma de viajar es para ellos una costumbre y una manera de esparcirse ahorrando dinero. “Siempre venimos en el camión porque es más cómodo y podemos viajar todos. Además por el Dakar aumentaron mucho los precios. No te pueden cobrar $ 40 por persona en un camping, pero bueno estamos acá. Tenemos carpas para la lluvia y mañana (por hoy) vamos a disfrutar de un asadito”, explicó José María Venzal, el conductor de este camión que se ensancha para unir a tres familias en una travesía que, a juzgar por la sonrisa de los niños, formarán parte de las anécdotas de sus sobremesas.
Desde la ruta dakariana
Accidente en una zona complicada
Un camión con acoplado que llevaba un cargamento de cervezas interrumpió durante algunos minutos el tránsito en la ruta 307. Una mala maniobra del chofer sumado a lo angosto que es el camino a la altura de El Fin del Mundo resultó en una goma pinchada y una llanta destrozada. Luego de varios intentos el camión logró pasar y a pesar de las averías pudo continuar el viaje.
En Tafi del Valle
La actividad turística superó la antesala del Dakar. En las calles de la villa veraniega la atención estaba ayer centrada en otros esparcimientos. Aunque se espera que hoy cambien las cosas.